martes, 20 de noviembre de 2007

Katarsis

Caminaba firme hacia mi rumbo por la carretera más amplia y
generosa, en las alternativas que ofrecía para llegar a mi destino.
De pronto, se detuvo frente a mí, me invitó a ser parte de su viaje,
acepté sin darme cuenta que lo reconocí, era todo aquello que
admiraba, y lo amé. Comencé a necesitarlo constantemente, sin
horario, el tiempo ya no era tan valioso. Sin embargo antes de
sentir que llegaba a mi destino, le pedí que se detuviera y decidí
bajar. Desde ese momento descubrí que me convertí en él. Y ahora
sólo juego a recoger peatones en el camino.

No hay comentarios: