domingo, 23 de septiembre de 2007

BAR


Baúl de historias. Casi todas repetidas. Rostros tristes de miradas
clavadas siempre en el horizonte. Miradas que traspasan el licor
contenido en el vaso, como si este fuera un portal del tiempo, que
los transporta a momentos mejores. A tiempos en los que fueron
felices. Como si el licor les fuera a responder lo miran y admiran
largamente. Lo beben con la mano izquierda pues casi siempre la
derecha está ocupada en sostener el cigarro.
A eso huele el Bar, a nicotina y trago, a piso medio trapeado con
cloro, a sudor de hombre triste y a espíritus derrotados.

Están los que hablan desde que se sientan. Para ellos esto es más
un confesionario y yo soy más un sacerdote expiador que un
cantinero. Están los tímidos, que calientan la lengua y las agallas a
partir del primer trago. Los que entran, beben y se van, como
pasajeros de tour...

La barra del bar. Donde se reclinan a pedir sus brebajes
embriagantes y verme secar los vasos. Un ritual de hombres, donde
entendemos que a veces basta tomarse un trago en silencio con los
conocidos de siempre, antes de enfrentar los problemas de la casa...
a veces necesitamos hablar. Nadie se burla, casi nadie es juez, todos
camaradas. Sí, hay algunos cobardes... pero no son necesariamente
los que lloran. Porque, ¿puede haber algo más triste en este mundo
que la lágrima derramada de un hombre bueno y valiente?

2 comentarios:

kotecita dijo...

un bar, huele a muxas cosas,
tambien hay historias en fin
me gusto el textu, mm sip weno ninio nos vemos
kote

Excentrica Pequeña dijo...

mm nada pom se viene fuerte este blog al igual como lo es con tu fotolog bueno que mas que mencionar.. un bar es igual a historia...


te cuidas y sacale el jugo a este medio!!!

:D



kisses!!!